2009

He cerrado un capítulo más al que llamé 2009. Tomo mi copa mientras dirijo la mirada hacia todos ustedes. Sonriente y en mi mente, les deseo lo mejor. Con emoción coloco el título al borde de la página, levanto la vista nuevamente y brindo con champagne.

Brindo por ustedes en silencio, por aquello que no fue y pudo haber sido, por lo que sucedió y lo que siempre esperamos que pasara. Por los proyectos que quedaron pendientes aún al final del año y que seguramente pasarán a la nueva lista del siguiente capítulo.

Levanto mi copa y sonrío nuevamente.

Abro mi libro y anoto el siguiente título “2010”.

Pienso en los errores que quizás cometí en el pasado, podré corregirlos a la hora de editar. Cómo desearía que la vida me permitiera hacer eso con aquellos días que deseé con tanto ahínco cambiar y no pude. 

Suspiro y tomo otro sorbo. 

Me da miedo volver a las páginas anteriores, había escrito en ellas mis horas y muchas de ellas no eran del todo agradables. Creo que se necesita valor para volver a leer esas letras. Aunque siempre encontraré en el resto de mi libro, momentos que no podré olvidar por ser tan maravillosos y  la vez perfectos dentro de su rutina. Aquellas contadas páginas llenas de tristezas y dolores, son las que más me duele leer, pero a la vez, son las que más me han enseñado a escribir.

Cuando leo mi libro, noto que cada nuevo capítulo es similar a los pasados. Siempre tienen algo parecido que no puedo ignorar. Por más que trato de hacerlos distintos, quedan un par de palabras que es imposible omitir. Entonces me doy cuenta de que por más que me esfuerce, hay oraciones que están destinadas a pertenecer a un lugar específico.

Escribir es un arte, definitivamente lo es. Más aún cuando la tinta de la pluma con la que escribo no se puede borrar. Porque solo tengo una oportunidad para hacerlo y cada segundo que pasa es una nueva palabra que debo plasmar. Ninguna de ellas se puede eliminar.

Tomo nuevamente la copa y en mi mente les deseo lo mejor

 

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Este post fue escrito para ustedes y un concurso que consiste en redactar con menos de 365 palabras lo que para nosotros, fue lo más importante del 2009. Quise escribirlo de esa forma porque yo comparo la vida con el arte de escribir, con la única diferencia de que no hay posibilidad de borrar las palabras escritas, sí aprender del error y no volverlo a cometer, pero en sí, no hay posibilidad de cambiar. Creo que el año lo pude resumir en un ejemplo de lo que yo sentí al momento de ser las doce y empezar un nuevo año, ese instante en el que se detiene el tiempo para dejar un momento de reflexión. Un capítulo que se cierra y el nuevo que se abre. Siempre es emocionante ver la hoja en blanco e imaginar todo lo que podemos escibir.


Este post estará hasta el 20 de Enero.



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